Decorar con cestos

Decorar con cestos

 

Los cestos se reinventan y recuperan su lugar en casa. Desde el salón hasta el baño o el dormitorio, son un recurso versátil para guardar decorando

 

Sí, ¡están de moda! Desde hace algunos años las pasarelas internacionales han convertido las cestas y cestos en un must que todo fashionista debe tener sobre todo cuando llega el buen tiempo. Para ir a la playa, al trabajo, de picnic o para hacer las compras sin echar mano de las bolsas de plástico. Y la decoración no solo no es ajena a este revival, sino que además lo ha convertido en una tendencia que seguirá arrasando esta primavera-verano. Los de moda los puedes encontrar en BeChic

¿Será ese toque natural? ¿Será su encanto tradicional? ¿Su practicidad? Lo único que tenemos muy claro es que son un accesorio que no falta en las casas más estilosas ni en las más trendy.

De tradicional a eco-chic
Los cestos nunca han desaparecido de los diferentes espacios de la casa, pero su valor decorativo ha ido cambiando. Si hace tan solo unos años tener en la entrada el típico capazo trenzado de palma transmitía tradición y un matiz campestre y artesanal, ahora el mismo cesto da un toque bohemio y eco-chic.

 

Y es que son los cestos de fibras naturales los que arrasan. Y entre ellos, la estrella que brilla con luz propia es la cesta tailandesa, los podrás encontrar en diferentes tamaños y colores en nuestra tienda online

Mucho más que fibras
Es habitual pensar en las fibras naturales cuando hablamos de cestos, pero hoy en día el abanico de materiales es muy amplio.

Así, el mimbre, la palma, el esparto, el cáñamo o la médula –clásicos de la cestería tradicional– conviven con los diseños de tela, de plástico, de crochet o de fieltro, muy de moda.

 

 

Decorativos por sí solos
De diferentes formas, tamaños, colores y diseños, los cestos son el comodín perfecto para dar un toque acogedor y personal a cualquier rincón de la casa.

 

Un cesto para la leña al lado de la chimenea en invierno, un capazo junto el sofá a modo de revistero, una canasta con flores frescas en la entrada o una cesta con cojines en el dormitorio. Son pequeños detalles que darán un look vivido y auténtico a tu casa. Y por muy poco dinero.

Un comodín para toda la casa: capacidad y orden
Pero los cestos no tienen una función meramente decorativa. Son un recurso práctico y muy versátil para guardar de todo que merece la pena aprovechar.

En el salón
Son perfectos para tener al alcance de la mano y recogidos en un plis plas plaids y mantas durante los meses fríos. Y en verano, las fundas frescas para el sofá.

 

 

En la cocina
¿Quieres darle un toque natural y cálido a tu cocina? No lo dudes, los cestos de fibra son tu mejor aliado. Desde los diseños más pequeños para tener en orden los utensilios de menaje o las especias hasta los socorridos cestos de mimbre o ratán para organizar la despensa.

 

En el dormitorio
¿Tienes la cama a rebosar de cojines y cuadrantes? Tener cerca un cesto puede serte de gran utilidad para guardarlos si los recoges antes de acostarte. En él o en otro de menor tamaño puedes reunir también los plaids o los cubrecamas.

 

 

En la habitación de los niños
Juguetes y más juguetes. Durante los primeros años, es mejor elegir un diseño bajo y de boca ancha: tendrá capacidad y el niño podrá acceder al contenido sin problemas. Si apuestas por las fibras, hay modelos tintados que darán un toque más desenfadado. Otra opción muy decorativa son los cestos de tela con mil y un motivos o, si buscas un look handmade, los diseños de lana tejida.

En la entrada

Quedarán perfectos de cualquier forma. Solos, con flores, bajo los muebles, en un rincón, …..

 

En el baño
Desde un cesto grande para la ropa usada hasta cestas para tener en orden las toallas (guárdalas enrolladas: ocupan menos y son más decorativas) o los productos de aseo.

En el despacho o zona de trabajo

Tenlo todo en orden sin olvidar la estética, utiliza cestos para tenerlo todo a mano

 

Déjate cautivar por las mil y una posibilidades decorativas de los cestos. Ah, y si quieres dar un paso más allá personaliza tu propio cesto con MaryPaint (venta en nuestra tienda online). Es lo último en decoración.

 

Fibra a fibra
-Sisal. Resiste como nadie los ambientes marinos, así que, si tienes una casa cerca de la playa, las piezas de sisal aguantarán perfectas más tiempo.
-Mimbre. Es muy flexible y ligero, con lo que se convierte en el material perfecto para piezas de formas curvas e, incluso, de gran volumen.
-Ratán. Es dúctil como el mimbre pero tiene una ventaja sobre este: es más resistente.
-Yute. Muy versátil pero también delicado; debes tener cuidado si se vierten líquidos ácidos sobre él.
-Cáñamo. Elígelo mezclado con algodón o lino para que gane más suavidad. Ideal para alfombras, por ejemplo.
-Fibra de coco. Esponjosa y antibacteriana, funciona perfectamente en alfombras y también como arrimaderos.
-Bambú. Antibacteriano, además, absorbe la humedad y es muy resistente.

Filosofía natural
Elegir piezas de fibras naturales, además, es elegir un estilo de vida respetuoso con el medio ambiente porque provienen de especies vegetales que se encuentran de forma abundante en la Naturaleza y que además tienen un crecimiento muy rápido. Por otro lado, para mantenerlos siempre perfectos, no necesitarás aplicarles productos químicos. Lo lograrás así:

-Limpieza habitual: con un paño mojado en una solución de sal gorda y agua caliente –dos cucharadas de sal por cada litro de agua–.
-Limpieza profunda: con una vaporeta.
-Manchas difíciles: frótalas con un cepillo mojado en agua con detergente y amoníaco.
-Recupéralos: con una mano de pintura en spray para llegar a todos los recovecos. Así, una pieza antigua parecerá como nueva.

Lo artesanal triunfa